Antes de empezar con este corto ensayo me gustaría aclarar una cosa que creo que se presupone pero, por si acaso, quiero que quede muy claro. Esta es la opinión de alguien que es tan fan como desconocedor del mundo zombie. Aunque lo pueda parecer no es una contradicción, cuanto más fan se es de algo en concreto y más entusiasmo se tiene hacia algo menos se puede profundizar sobre el tema. Pero esta es otra discusión. El caso es que si queréis leer una reflexión precisa, profunda y de la mano de un filósofo y comunicador profesional os recomiendo un libro del profesor Jorge Martínez Lucena, "Ensayo Z". Un intento de entender el éxito de este género en la sociedad contemporánea.



Todo lo que sigue a partir de ahora es una opinión personal que pretende transmitiros cómo entiendo yo este éxito abrumador

Es innegable e indiscutible la existencia de un éxito abrumador de la temática zombie en la cultura popular contemporánea. No intentéis argumentar lo contrario porque me avalan muchas obras. Me avalan muchísimas películas, libros y una seria con mucha difusión. Tanta difusión que aunque no te guste el tema, el título de The Walking Dead es conocido por todos. Me avalan también videojuegos de prácticamente cualquier consola, por no hablar de los disfraces e incluso juguetes. De hecho podría cesar cualquier discusión al respecto haciendo alusión a cualquiera de los juegos de rol o de carreras que se hacen con temática zombie.

¿Por qué este auge de temática zombie está tan extendido que no nos resulta extraño usar el término zombie en una conversación normal?

1. La posibilidad (aunque remota)
A las personas que nos gusta el terror sabemos que una buena historia de miedo no es aquella que te hace saltar en el asiento o la que te hace gritar en los momentos más tensos. No digo que sea malo pero no es lo que determina la calidad de una película. En cambio sí que es buena una película que es capaz de dejarnos con los pelos de punta y con el miedo  durante días de vivir una experiencia similar. La que cuando dejas el cine (o el asiento de t u ordenador, aquí cada uno lo que le de la gana) no puedes dejar de sufrir imaginándote en la situación de los protagonistas.

En este sentido, las películas de terror que tienen un peligro real, un enemigo palpable y verosímil tienen ventaja. No quiero decir un vecino tocapelotas o una lluvia torrencial. Quiero decir una monstruosidad que cueste de imaginar pero que a la vez podamos creer como posible. No pretendo asegurar que el día de mañana tendremos un apocalipsis zombie (no soy uno de esos freaks que tiene un refugio en su casa). Pero sí tenemos epidemias y muchos virus. Cada vez hay más diversidad y complejidad en el campo de las enfermedades y en cuanto que crece la complejidad crece también el miedo. Si existe el miedo en la gente, existe la posibilidad de potenciarlo y eso es lo que creo que hacen los zombies. Podríamos decir que son una personificación de nuestro miedo a los virus y a las enfermedades, la primera causa de muerte en todo el mundo durante toda la historia. Es literalmente el retrato de un monstruo que existe en todo el mundo y a la vuelta de nuestra esquina: los virus.


2. La supervivencia y el morbo (ideadas con Noèlia)
Estas son, según Noe, dos de las razones que explican el éxito abrumador de este género. En todas las historias de zombies de las que podemos disfrutar encontramos dos constantes, las herramientas de supervivencia y las relaciones entre los supervivientes. Por un lado nos encontramos con las herramientas que utilizan los protagonistas para sobrevivir. Y no sólo me refiero a la forma de matar zombies, sino a las maneras de proteger sus casas, de conseguir alimentos o de vivir en general sin suministro eléctrico u otras facilidades. Esto nos aporta a nosotros unos conocimientos prácticos para nuestra vida. Quizá no los lleguemos a utilizar nunca pero son interesantes. Por otro lado encontramos relaciones entre supervivientes. En los grupos siempre se encuentran especímenes de todo tipo; familiares, parejas, amigos, etc. Cuando vemos una película de zombies siempre nos sentimos—sólo un poco— como quien ve un reality show. Por eso nos gusta observar qué hacen los protagonistas, como reaccionan si uno de sus compañeros está infectado o cómo se tratan entre ellos en momentos de tensión. De algunos sale lo mejor y de otros lo peor.

3. Identificación
Esta es la razón más descabellada y personal. Por lo que si te viene interesando poco el resto del artículo, déjalo porque esto tampoco lo vas a tolerar ("No es razonable que emplees tu tiempo en asunto tan frívolo y vano" Montaigne). Creo que el zombie como ser es la ejemplificación de nuestra decadencia personal y el género zombie es la ejemplificación de nuestra decadencia como sociedad.

No nos gusta saber de qué pierna cojeamos ni cuál es nuestro defecto. Por eso no nos gusta ver una película en la que vemos nuestros defectos y crueldades con todo el realismo posible. ¿Pero y si vemos una alegoría? Pues para eso están. Cuando vemos un zombie podemos ver a un ser que vaga por las calle sin más objetivo que alimentarse para seguir "vivo" (¿?). No faltan humanos de ese estilo en el mundo, al menos eso parece. En cuanto a la sociedad, no hay mucho más que añadir. López Jara comenta los siguiente: "Cuando estamos en época de crisis, a la gente le apetece leer temas salvajes". Estamos solos ante una situación salvaje en el mundo real. No sólo eso sino que además todas las crisis están causadas por el ser humano. Y si en algo coinciden prácticamente la totalidad de las historias de zombies es en que el virus que provoca el caos está creado por el humano.

Y está es la idea que tengo yo más o menos sobre la razón de éxito de este género. Como he dicho al principio todo esto es una opinión y no pretendo que lo creáis. Lo que sí pretendo es que expongáis vuestra opinión e incluso debatamos sobre alguno de los temas y razones que he expuesto.
Espero que os haya gustado,
Aaaaadéu.